Este es un fic creado especialmente para que fuera leído por Maya neesan ^^
Pero yo creo que ella estaría feliz si ustedes tuvieran la dicha de leerlo jijiji XD
Aquí está, ojala les guste ^^
Aclaraciones antes de ser leído:
“Pensamientos”
— Diálogos—
Además contiene "LEMON" así que para los de frágil corazón, es mejor que no lo lean XD
...
Al fin ha llegado el gran día, lo que Maya-chan ha estado esperando por meses, por fin su más adorado escritor llegará
a la ciudad a firmar su último libro, Maya lo encargó hace semanas a la librería en donde mañana Yuki Eiri llegará a firmar
su última novela romántica. La joven ha leído todas y cada una de esas novelas, soñando y deseando estar en ellas,
imaginándose a ella como protagonista y a su lado su más grande amor… Yuki Eiri.
Muy temprano por la mañana, Maya-chan se dirigió a su colegio muy feliz, en la tarde iría a la librería a recoger su tan
preciado libro y al fin vería a su adoración. A su pesar las clases pasaban lentamente, se sentía la molestia de cada segundo
en ellas. Luego en la hora de la comida se les acercaron sus amigas Umy, Bell, Ume y Akane para platicar un momento,
pues hace varios días que no tenían noticias de ella, debido a esto la hora de la comida se pasó volando con tan buena
compañía y se pusieron de acuerdo para ir a la librería todas juntas para ver a Yuki, pues a todas les encantaba, pero no
más que a la adorable Maya-chan que con sólo pensar en él se perdía de este mundo.
Luego de unas interminables clases, las chicas se encaminaron a la librería, Maya-chan quería que este momento fuera
especial, pero no les alcanzó el tiempo para preparar nada, ya tenían noticias de que había una fila inmensa a la espera
de las firmas, sin más remedio prendieron rumbo. Una caminata de larga espera y totalmente agotadora, pero no lo físico
sino que en lo mental, el hecho de que Yuki Eiri estuviera frente a ella, nunca se lo imaginaría… un momento… no es así…
¡¡Maya-chan se lo imaginó millones de veces!! Si hasta… mejor no seguir…
Dentro del local de firmas de libros, había un cartel inmenso en donde se especificaba los detalles de un concurso que se
hacía en todas la ciudades en donde Yuki estaba firmando autógrafos, el concurso consistía en que la dueña del libro número
cien que era firmado, la premiaban con una cena romántica nada más ni nada menos con el mismísimo Yuki Eiri, los rumores
decían que él no perdía oportunidad de tratar de ir más allá con las ganadoras siempre y cuando les fueran de su agrado,
Maya estaba que no soportaba más felicidad aunque no tuviera la intensión de ganar aquel concurso, no se ilusionaba pues
no tenía muy buena suerte en nada.
Luego de un par de horas de espera al fin podían ver algo, un grupo de niñas que gritaban y chillaban, y un hombre rubio de
lentes, con un cigarrillo en la boca y traje negro, que firmaba libros como cuerpo sin alma, sólo escribía…
Después de numerosas chicas que pasaron antes de Maya-chan, por fin llegó su turno, no podía creer que estuviera frente a
su más grande amor, Yuki Eiri, él no se inmutaba frente a ninguna reacción de las muchachas, sólo al terminar de firmar el
dichoso librito les sonreía galantemente sin sentimientos, pero esta vez fue diferente, vio el rostro iluminado de Maya-chan,
los ojos de la chica brillaban como diamantes, su sonrisa mostraba su inocencia juvenil, lo que provocó un resentir en Yuki,
luego se firmar el libro, unas agentes se le acercaron a Maya-chan diciéndole que había sido la ganadora del concurso,
la reacción de Maya fue algo parecido a esto: — ¡¡¡Aaaaaaaaaahhhh…!!! — Luego de casi desmayarse, Yuki se le acerca y
le susurra al oído: — Nos vemos después…— De manera muy sexy, Maya casi se derritió en el mismo lugar pensando que
sus compañeras se morirían de la envidia.
Luego de descansar unos minutos, Umy-chan le contó a Maya: — Amiga… ¿Sabes lo que se rumorea por ahí? — Maya-chan
se preocupó. — Dicen que a todos los lugares en donde Yuki visita, firma sus libros y hacen este dichoso concurso, las chicas
comentan por ahí, que Yuki se las lleva a un hotel en donde pasan la noche… juntos… haciendo tu sabes que…— A Maya-chan
se le subió el rubor a la cabeza, su rostro enrojeció y gritando se levantó de su puesto: — ¡¡NNooooo!!, eso es imposible… —
Ume-chan quiso agregar: — Todo el mundo sabe que a Yuki le encanta el sexo, no por nada escribe tan buenas historias…—
Maya-chan se encendió de rubor, luego recordó que la cena eran en la noche, se paró rápidamente del asiento y corrió en
dirección a la puerta, necesitaba buscar algo decente que ponerse para la cita, sus amigas la acompañaron y corriendo se
fueron a casa de Maya.
Luego de una exhaustiva búsqueda de la prenda apropiada para la ocasión, Bell maquilló muy bien a Maya y acordaron que
debía vestir sensual y a la vez inocente, una mezcla tan provocativa que ni el mismo Yuki Eiri se resistiría, aunque Maya-chan
estaba tan nerviosa que ni se dio cuenta como iba vestida. Luego de una espera interminable se dispuso a ir a la cita acordada
en un elegante restorante de la ciudad.
Yuki la estaba esperando desde hace un par de minutos, no le gustaba esperar tanto por una chica, pero no le incomodó para
nada la puntualidad de Maya-chan, ésta lo saludó haciendo una leve reverencia mientras Yuki sólo se limitó a mirarla para
luego prender un cigarrillo. El nerviosismo de Maya se hacía notar, su rubor era considerable y muy llamativo, Yuki no expresaba
nada, como siempre, sólo se disponía a disfrutar de su cigarrillo en silencio…
Estuvieron callados por una larga hora, Maya no soportaba más, necesitaba decir algo, cualquier cosa, no desperdiciaría la
oportunidad de poder conversar frente a frente con su máximo ídolo, Yuki notó la impaciencia de Maya, éste apagó su décimo
cigarrillo y la quedó viendo muy fijo seductoramente, Maya estaba por desmayarse, no podía creer que estaba viviendo esto,
frente suyo tenía a Yuki Eiri, el hombre más codiciado de todo Japón, poseedor de una belleza mística y sensualidad innata,
con rasgos occidentales que lo hacían ser más atractivo aun, sin mencionar el hecho de ser joven y rico…
Maya necesitaba reducir la barrera que habían entre Yuki y ella, debía decir algo y pronto, pero… ¡¿Qué?! Yuki estaba distraído,
más que de costumbre, posiblemente su mente estaba divagando por otros lugares, inventando historias o simplemente no
pensaba en nada… Esta era la oportunidad perfecta para Maya:
— Ejem… ejem… Yuki… Debes estar aburrido de este tipo de citas, prácticamente eres obligado a asistir. — Decía la joven
muchacha sonrojada hasta las orejas.
— Un poco…— Contestaba el tajante Yuki Eiri.
— Si quieres podemos dejarlo hasta aquí, así podrás irte a tu hotel tranquilamente…— Continuaba la joven.
— Aún no… luego nos iremos…— Añadía el pelirrubio mientras prendía un cigarrillo.
Maya tragó en seco, ¿Realmente había oído eso?... ¿Yuki pretendía llevarla a su hotel?... Efectivamente y tal como sus amigas
le habían anticipado, el atractivo hombre planeaba llevarla al hotel donde se hospedaba tal cual como hacía con todas la
demás chicas atractivas que conocía. Luego de eso Maya ya no pudo hacer más… guardó silencio por el resto de la velada,
totalmente incómoda, tratando de no hacer contacto visual con Yuki…
Pero Maya necesitaba hablar con él, no dejaría que las cosas pasaran así, debía hacerle saber a Yuki lo que sentía:
— Este… Yuki… quizás todas la chicas te dirán lo mismo, pero… lo mío si es sincero, no veo en ti un hombre como todos los
demás, creo que eres más que eso, tus sentimientos están reflejados en lo que escribes, pocos hombres son así… yo diría
que casi ninguno… pero… tú eres diferente, desde el día que leí por primera vez uno de tus libros sentí la pasión en mí…
sensaciones indescriptibles y ahora que te tengo en frente, no podía dejar de decírtelo…— Concluía totalmente sonrojada Maya.
Yuki quedó un tanto confundido, tantas chicas habían estado con él y ninguna le había dedicado ese tipo de palabras, realmente
estaba impresionado, no sabía que decir… Luego siguieron platicando, Maya sabía muchas cosas, además de ser una chica bella
era muy culta, lo que Yuki le llamó la atención, pudieron seguir conversando de las novelas escritas por el pelirrubio, de los
personajes y de las anécdotas que recordaba Maya cuando las leía, y Yuki al escribirlas…
Ya han pasado un par de horas, Yuki ha meditado estos últimos minutos y decide no obligar a Maya a nada, le dice:
— Maya-san… si quieres te puedo llevar a tu casa, para mi no hay ningún problema. —
Maya se sorprendió por el ofrecimiento de Yuki y le extrañó el hecho de que hace una hora la quería llevar a su departamento
y ahora sólo se ofrecía a dejarla en casa, confundida respondió: — Gra-gracias…— Yuki esperaba que Maya dijera que no,
pero él joven sólo tomó la decisión correcta … Mientras caminaban hacia el carro, la morena lo detuvo del brazo y con la
mirada gacha le dijo: — Yuki… quiero ir contigo…— Al terminar esta frase se sonrojó por completo, el escritor la quedó viendo
y suavemente le levantó el rostro con su mano en una leve caricia y le dijo: — ¿Estás segura? —
— Si lo estoy…— Concluye muy convincente la joven.
Pero yo creo que ella estaría feliz si ustedes tuvieran la dicha de leerlo jijiji XD
Aquí está, ojala les guste ^^
Aclaraciones antes de ser leído:
“Pensamientos”
— Diálogos—
Además contiene "LEMON" así que para los de frágil corazón, es mejor que no lo lean XD
...
Al fin ha llegado el gran día, lo que Maya-chan ha estado esperando por meses, por fin su más adorado escritor llegará
a la ciudad a firmar su último libro, Maya lo encargó hace semanas a la librería en donde mañana Yuki Eiri llegará a firmar
su última novela romántica. La joven ha leído todas y cada una de esas novelas, soñando y deseando estar en ellas,
imaginándose a ella como protagonista y a su lado su más grande amor… Yuki Eiri.
Muy temprano por la mañana, Maya-chan se dirigió a su colegio muy feliz, en la tarde iría a la librería a recoger su tan
preciado libro y al fin vería a su adoración. A su pesar las clases pasaban lentamente, se sentía la molestia de cada segundo
en ellas. Luego en la hora de la comida se les acercaron sus amigas Umy, Bell, Ume y Akane para platicar un momento,
pues hace varios días que no tenían noticias de ella, debido a esto la hora de la comida se pasó volando con tan buena
compañía y se pusieron de acuerdo para ir a la librería todas juntas para ver a Yuki, pues a todas les encantaba, pero no
más que a la adorable Maya-chan que con sólo pensar en él se perdía de este mundo.
Luego de unas interminables clases, las chicas se encaminaron a la librería, Maya-chan quería que este momento fuera
especial, pero no les alcanzó el tiempo para preparar nada, ya tenían noticias de que había una fila inmensa a la espera
de las firmas, sin más remedio prendieron rumbo. Una caminata de larga espera y totalmente agotadora, pero no lo físico
sino que en lo mental, el hecho de que Yuki Eiri estuviera frente a ella, nunca se lo imaginaría… un momento… no es así…
¡¡Maya-chan se lo imaginó millones de veces!! Si hasta… mejor no seguir…
Dentro del local de firmas de libros, había un cartel inmenso en donde se especificaba los detalles de un concurso que se
hacía en todas la ciudades en donde Yuki estaba firmando autógrafos, el concurso consistía en que la dueña del libro número
cien que era firmado, la premiaban con una cena romántica nada más ni nada menos con el mismísimo Yuki Eiri, los rumores
decían que él no perdía oportunidad de tratar de ir más allá con las ganadoras siempre y cuando les fueran de su agrado,
Maya estaba que no soportaba más felicidad aunque no tuviera la intensión de ganar aquel concurso, no se ilusionaba pues
no tenía muy buena suerte en nada.
Luego de un par de horas de espera al fin podían ver algo, un grupo de niñas que gritaban y chillaban, y un hombre rubio de
lentes, con un cigarrillo en la boca y traje negro, que firmaba libros como cuerpo sin alma, sólo escribía…
Después de numerosas chicas que pasaron antes de Maya-chan, por fin llegó su turno, no podía creer que estuviera frente a
su más grande amor, Yuki Eiri, él no se inmutaba frente a ninguna reacción de las muchachas, sólo al terminar de firmar el
dichoso librito les sonreía galantemente sin sentimientos, pero esta vez fue diferente, vio el rostro iluminado de Maya-chan,
los ojos de la chica brillaban como diamantes, su sonrisa mostraba su inocencia juvenil, lo que provocó un resentir en Yuki,
luego se firmar el libro, unas agentes se le acercaron a Maya-chan diciéndole que había sido la ganadora del concurso,
la reacción de Maya fue algo parecido a esto: — ¡¡¡Aaaaaaaaaahhhh…!!! — Luego de casi desmayarse, Yuki se le acerca y
le susurra al oído: — Nos vemos después…— De manera muy sexy, Maya casi se derritió en el mismo lugar pensando que
sus compañeras se morirían de la envidia.
Luego de descansar unos minutos, Umy-chan le contó a Maya: — Amiga… ¿Sabes lo que se rumorea por ahí? — Maya-chan
se preocupó. — Dicen que a todos los lugares en donde Yuki visita, firma sus libros y hacen este dichoso concurso, las chicas
comentan por ahí, que Yuki se las lleva a un hotel en donde pasan la noche… juntos… haciendo tu sabes que…— A Maya-chan
se le subió el rubor a la cabeza, su rostro enrojeció y gritando se levantó de su puesto: — ¡¡NNooooo!!, eso es imposible… —
Ume-chan quiso agregar: — Todo el mundo sabe que a Yuki le encanta el sexo, no por nada escribe tan buenas historias…—
Maya-chan se encendió de rubor, luego recordó que la cena eran en la noche, se paró rápidamente del asiento y corrió en
dirección a la puerta, necesitaba buscar algo decente que ponerse para la cita, sus amigas la acompañaron y corriendo se
fueron a casa de Maya.
Luego de una exhaustiva búsqueda de la prenda apropiada para la ocasión, Bell maquilló muy bien a Maya y acordaron que
debía vestir sensual y a la vez inocente, una mezcla tan provocativa que ni el mismo Yuki Eiri se resistiría, aunque Maya-chan
estaba tan nerviosa que ni se dio cuenta como iba vestida. Luego de una espera interminable se dispuso a ir a la cita acordada
en un elegante restorante de la ciudad.
Yuki la estaba esperando desde hace un par de minutos, no le gustaba esperar tanto por una chica, pero no le incomodó para
nada la puntualidad de Maya-chan, ésta lo saludó haciendo una leve reverencia mientras Yuki sólo se limitó a mirarla para
luego prender un cigarrillo. El nerviosismo de Maya se hacía notar, su rubor era considerable y muy llamativo, Yuki no expresaba
nada, como siempre, sólo se disponía a disfrutar de su cigarrillo en silencio…
Estuvieron callados por una larga hora, Maya no soportaba más, necesitaba decir algo, cualquier cosa, no desperdiciaría la
oportunidad de poder conversar frente a frente con su máximo ídolo, Yuki notó la impaciencia de Maya, éste apagó su décimo
cigarrillo y la quedó viendo muy fijo seductoramente, Maya estaba por desmayarse, no podía creer que estaba viviendo esto,
frente suyo tenía a Yuki Eiri, el hombre más codiciado de todo Japón, poseedor de una belleza mística y sensualidad innata,
con rasgos occidentales que lo hacían ser más atractivo aun, sin mencionar el hecho de ser joven y rico…
Maya necesitaba reducir la barrera que habían entre Yuki y ella, debía decir algo y pronto, pero… ¡¿Qué?! Yuki estaba distraído,
más que de costumbre, posiblemente su mente estaba divagando por otros lugares, inventando historias o simplemente no
pensaba en nada… Esta era la oportunidad perfecta para Maya:
— Ejem… ejem… Yuki… Debes estar aburrido de este tipo de citas, prácticamente eres obligado a asistir. — Decía la joven
muchacha sonrojada hasta las orejas.
— Un poco…— Contestaba el tajante Yuki Eiri.
— Si quieres podemos dejarlo hasta aquí, así podrás irte a tu hotel tranquilamente…— Continuaba la joven.
— Aún no… luego nos iremos…— Añadía el pelirrubio mientras prendía un cigarrillo.
Maya tragó en seco, ¿Realmente había oído eso?... ¿Yuki pretendía llevarla a su hotel?... Efectivamente y tal como sus amigas
le habían anticipado, el atractivo hombre planeaba llevarla al hotel donde se hospedaba tal cual como hacía con todas la
demás chicas atractivas que conocía. Luego de eso Maya ya no pudo hacer más… guardó silencio por el resto de la velada,
totalmente incómoda, tratando de no hacer contacto visual con Yuki…
Pero Maya necesitaba hablar con él, no dejaría que las cosas pasaran así, debía hacerle saber a Yuki lo que sentía:
— Este… Yuki… quizás todas la chicas te dirán lo mismo, pero… lo mío si es sincero, no veo en ti un hombre como todos los
demás, creo que eres más que eso, tus sentimientos están reflejados en lo que escribes, pocos hombres son así… yo diría
que casi ninguno… pero… tú eres diferente, desde el día que leí por primera vez uno de tus libros sentí la pasión en mí…
sensaciones indescriptibles y ahora que te tengo en frente, no podía dejar de decírtelo…— Concluía totalmente sonrojada Maya.
Yuki quedó un tanto confundido, tantas chicas habían estado con él y ninguna le había dedicado ese tipo de palabras, realmente
estaba impresionado, no sabía que decir… Luego siguieron platicando, Maya sabía muchas cosas, además de ser una chica bella
era muy culta, lo que Yuki le llamó la atención, pudieron seguir conversando de las novelas escritas por el pelirrubio, de los
personajes y de las anécdotas que recordaba Maya cuando las leía, y Yuki al escribirlas…
Ya han pasado un par de horas, Yuki ha meditado estos últimos minutos y decide no obligar a Maya a nada, le dice:
— Maya-san… si quieres te puedo llevar a tu casa, para mi no hay ningún problema. —
Maya se sorprendió por el ofrecimiento de Yuki y le extrañó el hecho de que hace una hora la quería llevar a su departamento
y ahora sólo se ofrecía a dejarla en casa, confundida respondió: — Gra-gracias…— Yuki esperaba que Maya dijera que no,
pero él joven sólo tomó la decisión correcta … Mientras caminaban hacia el carro, la morena lo detuvo del brazo y con la
mirada gacha le dijo: — Yuki… quiero ir contigo…— Al terminar esta frase se sonrojó por completo, el escritor la quedó viendo
y suavemente le levantó el rostro con su mano en una leve caricia y le dijo: — ¿Estás segura? —
— Si lo estoy…— Concluye muy convincente la joven.
Última edición por Akane-chan el Lun Jul 28, 2008 6:21 pm, editado 1 vez